lunes, 25 de octubre de 2010

El día más verde

 

Terminó el Pepsi Music y tuve el honor de asistir a la mejor fecha del festival de rock, junto a más de 40 mil personas. El viernes tocó, en Costanera Sur, Green Day, mi banda favorita desde hace ya cinco años. Parecía tan lejana aquella noche del 27 de mayo cuando comenzó la venta de entradas que confirmó su presencia irrefutable en Argentina…


 

El comienzo del momento de nuestras vidas

 

La noche estaba muy fría, pero el calor del ambiente se hacía sentir cuando se acercaba el momento que sus fanáticos esperamos tanto. Luego de que pasaran 12 años desde su presentación en el Parque Sarmiento en 1998, el conjunto de punk estadounidense subió al escenario luego de Massacre.


 

Pero antes, un hombre vestido de conejo rosa salió a escena. En sus manos sin guantes sostenía dos botellas chicas de cerveza. Todos lo reconocimos como un personaje que suele aparecer en los conciertos Green Day. Una ovación lo recibió y el conejo animó al público a gritar y a incentivarlo a hacer fondo blanco. Mareado, pero al parecer feliz, abandonó el lugar tras los aplausos.


 

Take me away to Paradise!

 

Poco después de la comedia, las luces se apagaron y Song of the Century empezó a sonar. El público cantó a todo pulmón y entre gritos y aplausos, le siguió 21st Century Breakdown, tema que dio nombre a su último disco y al tour internacional que lo promociona. Saltamos, gritamos y así dio comienzo la celebración. Fans de distintos sexos, edades, colores y tamaños nos encontramos en un pogo emocionante. El trío californiano nos llenó los oídos y el alma de una inmensa alegría desde hace 22 años y sobre todo, esa noche, con más de tres horas de música ininterrumpida.




Fue un espectáculo para el deleite tanto auditivo como visual, ya que no sólo sus exitosos temas nos animaron. Su carisma y energía llenaron cada sector del escenario. Los músicos no dejaron de moverse en ningún momento: caminaron, corrieron y saltaron de un lado al otro. Hacia el centro, por los costados e inclusive sobre los parlantes, que los miembros de Prevención se ocuparon de sujetar y probar su resistencia inmediatamente después de la salida de Massacre. Un impresionante juego de luces y pirotecnia variada y excelentemente sincronizada completaron el menú.

 

Sing us a song for me

 

El variado repertorio no sólo tuvo canciones de sus últimos álbumes. El vocalista Billie Joe Armstrong preguntó a la audiencia “¿cuántos fans de la vieja escuela de Green Day hay por ahí esta noche?”. Tras nuestros gritos de aprobación, Burnout -de su tercer disco de estudio, Dookie- inició la lista de sus temas más viejos que son clásicos tan queridos por sus seguidores.

 

Como cada show, incluyó un compilado de covers de Rolling Stones, The Beatles, Black Sabbath, Guns n’ Roses y AC/DC, entre otros. Además, el baterista Tré Cool apareció disfrazado para cantar Shout de los Isley Brothers. Le siguieron el bajista Mike Dirnt, el pianista y saxofonista Jason Freese -con un traje de Elvis Presley-, y logramos que el guitarrista Jason White hiciera su propia interpretación.

 

Los setlists que presentaron en cada ciudad desde que comenzó la gira latinoamericana fueron variando ligeramente, pero sólo con una o dos canciones. Nadie sabía con exactitud qué esperar en cada show aunque, por supuesto, las especulaciones no se hicieron esperar. Maria, primer tema de su disco International Superhits!, fue el que más sorprendió al público argentino, según las impresiones compartidas al finalizar el show.

 

“Argentina, this is our home”

 


Green Day se caracterizó desde sus comienzos por animarse a todo. Y la noche del viernes quedó demostrado con la gran interacción que mantuvo con el público. Para tocar East Jesus nowhere, Billie Joe pidió que un menor subiera al escenario. Más adelante, pidió dos voluntarios para que cantaran Longview. Y tres afortunados más tuvieron la oportunidad de hacerlo.

 


Los fanáticos argentinos les demostramos nuestro compromiso como tales y la admiración hacia ellos. Por eso, el líder de la banda no dejó de agradecer y mostrarse asombrado por la respuesta del público. “Somos Green Day de Argentina”, exclamó a la multitud, pero su mejor discurso sin duda fue el siguiente:

"Oh my god, I fucking love you, I fucking love you! I'm gonna say, this is the truth: this is the craziest, loudest, best show we played in all this fucking year. You fucking dance, you sing, you fucking celebrate... Argentina, you do it fucking right! Thank you very much".


Now I cannot speak, I’ve lost my voice…

 

Este recital dejó una marca imborrable en mí… Aunque también varias secuelas: Sólo recibí un moretón, pero apenas puedo hablar. Mi garganta no da más, porque grité y canté. Tanto ellos como nosotros, dejamos todo allá.

 

Sólo al terminar volví a la realidad y no pude evitar largarme a llorar de emoción y felicidad gracias a esta excelente banda que nos ofreció el mejor momento de nuestras vidas, sin precedentes. Tan así fue que hasta ellos quedaron maravillados, como lo demostró la declaración oficial en su Twitter al finalizar el show:



FOTOS: Magalí Etchart

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